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por @ValeraMariscal, management, psicología, gamificación, innovación

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Nuevos retos del teletrabajo.

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Costó asumir la nueva situación: pandemia, aislamiento social, confinamiento… teletrabajo.

Sin embargo, ahora, nos damos cuenta que cuando las aguas vuelven a su cauce, no vuelven. Ahora, muchos han descubierto ventajas para empresa y para trabajadores, que hace que se manifiesten resistencias para volver a la antigua normalidad. En boca de algún empleado ya se ha oído «no quiero volver». Por otro lado, en algunas empresas han descubierto la ventaja de «delegar» el gasto de espacio de trabajo en los empleados o las ventajas de ampliar su territorio y encontrar oportunidades a distancia.

Como indican las siguientes tablas, hay muchos elementos a favor y en contra:

Ventajas
Para el trabajador
Ventajas
Para la empresa
Menos desplazamiento.
Autooganización.
Mayor autonomía.
Puede favorecer la conciliación.
Mejor accesibilidad para personas con discapacidad motora.
Facilidad de acceso a contactos.
Puede reducir el estrés laboral.
Mayor comodidad.
Mayor concentración para tareas individuales.
Ahorro de espacio.
Menor gasto energético
Facilita la expansión geográfica
En ciertas tareas puede darse mejora de productividad.
Mejor acceso a proveedores remotos.
Innovación tecnológica.
Puede aportar mejores datos de los procesos y actividades.
Mas flexibilidad en la organización.
Descubrir oportunidades.
desventajas
Para el trabajador
desventajas
Para la empresa
Dificultades para comprender las nuevas herramientas.
Se pueden difuminar los horarios y perder el control o la gestión del tiempo.
Problemas asociados al sedentarismo.
Menor conexión personal con compañeros.
Más trabajo individual.
Dificultades de comunicación y coordinación.
Carencias en reconocimiento o retroalimentación.
Menor empatía desde y hacia otros compañeros.
Permeabilidad entre problemas personales, familiares y profesionales.
Pérdida de control directo.
Posible desconfianza en empleados.
Dificultades de seguimiento de las actividades.
Es más complejo mantener un sentimiento corporativista.
Incorporar nuevas herramientas.
Mantener modelos de trabajo y estándares comunes.
Adaptar procesos de trabajo.
Nuevos estilos de liderazgo a distancia.
Dificultades a la hora de fidelizar talento.
Dificultades de comunicación y coordinación.

Hay bastantes ventajas, y aunque las desventajas también son numerosas, estas son más bien efectos secundarios que necesitan de un cierto tiempo para que sean evidentes. En realidad, son desventajas asociadas a la falta de preparación* de las personas y de las organizaciones para teletrabajar.

Parece que muchas empresas tienen la impresión de que sabiendo usar las herramientas de conexión ya pueden teletrabajar adecuadamente. Sin embargo esto no es tan simple como quedarse en la tecnología. El cambio técnico es sencillo, el verdadero desafío esta en poner a punto el factor humano. Esta parte es más compleja que adquirir una licencia y manejar una solución digital. Sacar partido al teletrabajo implica enfocarnos en las personas y preparar a toda la compañía para un verdadero cambio.

Una organización que quiera ser competitiva en remoto deberá enfrentarse a estos nuevos retos:

  1. – Comprender el alcance y posibilidades del nuevo ecosistema del teletrabajo, superando la simple teleconexión o telecomunicación.
  2. – Aprender nuevos modelos de trabajo en equipo y de liderazgo más evolucionados que el tradicional control directo subjetivo y el presentismo.
  3. – Ampliar los viejos modelos de liderazgo transaccionales con un nuevo liderazgo transformacional que implica una evolución de las habilidades interpersonales de relación profesional..
  4. – Mejora en las habilidades de comunicación y relación para humanizar el ecosistema digital, de cara a afrontar con éxito relaciones de trabajo en equipo, negociación, venta, formación, reuniones,…
  5. – Aprender a aprender ante la evolución contínua que se da un proceso de cambio.
  6. – Entender la relación entre la salud, los biorritmos y el diseño de procesos digitales en los que haya interacción humana para prevenir tecnoestrés, burnout o problemas psicosomáticos, de cara a crear organizaciones saludables y socialmente responsables.

Finalmente para continuar tomando conciencia y para estimular la reflexión sobre el teletrabajo, recomiendo este artículo:

* Sólo el 19% de quienes trabajan en forma remota ha sido capacitado para ello.

«La manera en la que se está haciendo hoy el teletrabajo es insostenible. Los colaboradores se van empezar a enfermar, la productividad inicial va a bajar y los jefes van a estar sobrepasados tratando de cumplir metas. Y esto sucede sobre todo porque no se han preocupado de aprender a hacerlo correctamente. Este es un nuevo lenguaje, no es sólo tener reuniones virtuales. Es muy llamativo que más del 89% de los encuestados señala que está en teletrabajo porque su equipo usa plataformas digitales para comunicarse»,

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Conexión digital: la barrera del usuario.

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En la actualidad, la principal barrera de comunicación en el entorno digital no es la tecnología sino el usuario, su conocimiento y habilidad práctica.

Ahora las soluciones de video-reuniones, de trabajo en equipo, y de productividad on-line en general son sencillas e intuitivas.  Sin embargo, la dificultad de conexión aún se mantiene del lado del usuario. Al iniciar reuniones o actividades online solemos encontrarnos dificultades personasles relacionadas con:

  • Dispositivos: dificultades para conectarse por no conocer los dispositivos necesarios y como conectarlos (micrófono, cámara, cables, conexiones, drivers…)
  • Plataforma: dificultades por desconocimiento básico del software utilizado: instalar, abrir, configuración inicial, trucos sencillos, incidencias habituales.
  • Entorno operativo: dificultades para combinar el uso de varias herramientas habituales ( presentaciones o  documentos con navegador y video-conferencia, diferentes plataformas,…) dentro del mismo entorno.
  • Diferencias de sistemas: dificultades  para adaptarse a cambios, mejoras o a diferentes fabricantes aunque sean soluciones con los mismos objetivos. (MacOS – Windows – Android, Skype – Zoom – Meet,…)
  • Vocabulario: Dificultades para comprender el lenguaje de las instrucciones e indicaciones de otros cuando se requiere ayuda. (stremming, webcam, driver, configurar, …)

Junto a estas dificultades individuales, existe otra que afecta a la relación social on-line y la eficacia de los equipos:

  • brecha digital entre individuos. Existe una enorme diferencia entre las capacidades que nos encontramos al conectarntos. Incluso en la misma empresa, colectivo o equipo. Es decir, hay personas que se desenvuelven con completa confianza y agilidad mientras que otras, a veces fundamentales para el proyecto, no llegan ni a conectarse.

Esto está provocando que para muchas personas sea frustrante trabajar en actividades de colaboración online (reuniones, entrevistas, formación, equipos de proyectos…). Es frecuente encontrar que la reunión planificada no comienza con todos sus integrantes, o el comienzo se retrasa por no tener los dispositivos preparados, no funciona el audio, se corta la red, no hay vídeo… etc.

Por estom se ha observado la necesidad de revisar y homogenizar las competencias digitales de teleconexión básicas para logra una mínima homogeneidad en la habilidad de los usuarios para desenvolverse en remoto con una mínima.

A partir de aquí, el siguiente paso deberá ser preocuparnos de aspectos de calidad de las habilidades de relación online: moderación de equipo, diseño de sesiones, comportamientos recomendados, netiquette, etc.

Pero como he comentado, lo primero es que todos estemos sentados, conectados, relajados en la sala virtual para poder comenzar a trabajar juntos.

Reflexiones:

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Privacidad, publicidad, oscuridad y potencial ¿Yo soy mis datos?

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«Yo no soy yo, evidentemente» Gonzalo Torrente Ballester

En Europa hemos notado la llegada de la nueva GPDR, una norma que ha sido diseñada para permitir más derechos y mecanismos a los usuarios sobre sus propios datos. Ahora ya podemos estar más seguros de nuestra privacidad. ¿O no?

La regulación llega hasta donde llega y como todo derecho, viene con sus deberes y limitaciones. La libertad es más compleja que la acumulación de derechos. De hecho, se ha trabajado mucho en cuanto a la privacidad desde el punto de vista legislativo, pero ¿contempla la ley lado humano de la cuestión? Para la ley somos personas jurídicas, normas, reglas, datos, interacciones y consecuencias. Pero más allá de la defendida búsqueda de la privacidad ¿qué queremos las personas?

En internet se suelen identificar personas y datos: «yo soy mis datos» es curioso porque en la vida no tenemos tan claro quiénes somos. Es cierto, ahora hay más posibilidades de que cualquiera pueda acceder a gran cantidad de datos, pero ¿verdaderamente somos tan interesantes como individuos para que alguien pierda el tiempo observándonos? si así fuera, seguramente lo notaríamos en nuestros ingresos o necesitaríamos un agente.

Hace unos días, en Francia un joven emigrante africano trepó hasta un 4 piso, arriesgado su vida para salvar a un niño de 4 años que estaba a punto de caer por el balcón. Unos minutos antes, Mamoudou Gassama, era un completo desconocido, tras esta hazaña, apareció en los medios y redes sociales de todo el mundo. Para el gobierno francés pasó de ser un ilegal sin trabajo a un héroe con futuro.

Todos los responsables de marketing saben que no somos nadie sin publicidad, pero para eso, hay que dar datos. Ahí está la paradoja, si das demasiados pueden invadir tu privacidad o lo que es peor manejar tus decisiones. ¿o no?

Ante esta disyuntiva entre ser público y social o privado y aislado: ¿Qué podemos hacer para llevar la calma a nuestro espíritu?

¿Quiénes somos? ¿lo que yo creo o los datos que los otros reciben? Como seres individuales y sociales debemos tener en cuenta la conocida Ventana de Johari también para Internet. Esta gráfica nos muestra que somos algo más que datos, somos más de lo que sabemos de nosotros, más de lo que ven los otros, más de lo que ven de mi y más de lo que jamás sabremos.

Ventana de Johari

Estos cuatro espacios son dinámicos. Su tamaño cambia constantemente. A medida que actuamos vamos descubriendo más de nosotros, cuando preguntamos o nos miramos en un espejo reducimos el punto ciego. En la relación con otros, cuanto más confiamos y nos abrimos, más reducimos nuestra parte privada y expandimos nuestra parte pública.

En el lado público, la fama se muestra atractiva, pero hemos de tener cuidado, si nos pasamos puede ser difícil de sobrellevar.

La consigna sería algo así como: «Transmite en público una imagen que te merezca la pena y con la que te sientas cómodo.»

Algunas pistas de qué se maneja en cada área estarían en la siguiente gráfica:

La ley ayuda a proteger nuestra privacidad, pero somos las personas las responsables de gestionar quiénes somos y quienes queremos ser en la sociedad, real, digital o aumentada.

* Para entender la GPDR de forma sencilla: GDPR/RGPD: qué es y cómo va a cambiar internet la nueva ley de protección de datos

* Para ampliar sobre la Ventana de Johari: Los 4 estilos de relaciones, según la Ventana de Johari.

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